SALVADOS JORDI ÉVOLE
José Sacristán: "El que tiene los cojones de decir que la Transición fue un fraude tendría que haber estado allí"
Estoy
totalmente de acuerdo con el actor porque solamente nos separan ocho
años. No obstante, es preciso acotar en el tiempo lo que se ha venido
llamando Modélica Transición. Los franquistas y los demócratas que
consensuaron la Constitución de 1978 no la pueden dilatar en el tiempo
hasta nuestros días. Porque albergan la perversa intención de no revisar
el desfase sufrido en el tiempo. La Transición como tal y que no se
puede considerar fraude se prolongó como mucho hasta la dimisión de
Suarez y la superación del 23-F. Hasta esta fecha, sí, tiene razón José
Sacristán, pero perpetuar la Transición encofrada cual dogma de fe en la
Constitución, solamente obedece a seguir con el testamento de Franco
como inmutable. El Movimiento 15-M da testimonio de ello. Pedro Taracena
Gil
José Sacristán, en Salvados:
"La izquierda ha ido desclasándose"
LA TRANSICIÓN, UNA FARSA
Por Pedro Taracena Gil
La Santa Cruz del Valle de los Caídos
Aquel vocablo del consenso,
nuevo para los españoles, fue utilizado de forma fraudulenta. El pacto
al cual se llego, no fue entre iguales porque se desarrolló desde
posturas de fuerzas desequilibradas. Además quedaron muchos aspectos fuera
del trato. El franquismo, aunque sin Franco, tenía todo a su favor: El
poder intacto de la dictadura, el aparato represor de la policía, el
ejército amenazante y con un árbitro imposible para ser neutral. El Rey
era un producto franquista y para ser neutral debía haber renunciado a
los poderes que le otorgaban Las Leyes Fundamentales de la dictadura. Se
manejó la declinación de varias palabras, todos ellas vacías de
contenido: Ruptura o evolución. Cambio radical o continuismo.
Transformación pero sin exclusión. Durante el proceso la palabra más
manida fue la relativa al consenso. Los diferentes grupos
formados por los franquistas, aún ostentando el poder, los venidos del
exilio, de las cárceles y de la clandestinidad, llegaron a un acuerdo
que se materializó en la Constitución Española de 1978. Recuperando el
Estado de derecho que España había perdido con el golpe militar que
Franco había perpetrado contra la República, legalmente constituida. A
todo ese proceso proyectado en el tiempo se le llamó Transición. Es
decir, una especie de travesía del desierto que llevó a feliz término
con la consumación formal de la democracia. Como en España tenemos un vicio de magnificarlo todo, la transición, ya se escribe con mayúscula y se le aplica el epíteto de modélica
como título ejemplarizante. Pero volvamos al pacto constitucional. Los
Padres de la Constitución, una amalgama de políticos franquistas y otros
incorporados a la vida política con la aquiescencia de los que habían
servido a la dictadura, elaboraron una Constitución avanzada y válida
para incorporarse al mundo civilizado. Pero cuando se lee el articulado
de la constitución, es fácil comprobar que su contenido está de acuerdo
con la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948. Y esto es una
garantía de que sus ponentes hicieron un buen trabajo. Pero también es
fácil dilucidar que el consenso dejó sin tratar otros temas de
vital importancia para la justicia, la convivencia, la reconciliación y
la verdad histórica. Y de estos temas, no se habló, ni trató, ni acordó.
Entonces, si la Transición modélica y con mayúscula, transcurrió
mediante el consenso, y del consenso sólo surgió la Constitución, y la
Constitución no habla del tenebroso tiempo del crimen, es fácil deducir
que, la Transición quedó mutilada, cerrando las heridas del genocidio en
falso. Luego la transición es una farsa que se proyecta en un periodo
del almanaque: frustrante, perverso, hipócrita y falso. Con el agravante
de que esta amnesia nacional ya es la que se explica en las escuelas a
nuestros jóvenes y niños. De este muermo somnoliento aceptado, se nutren
las grandes formaciones políticas PSOE y PP. Se han instalado en la
“vida en la mentira” y lejos de conseguir la reconciliación entre los
españoles, están radicalizando las posturas porque los vencidos siguen reclamando la Memoria
Histórica. Y son estos temas los que no se trataron en el pacto
constitucional y ahuyentaron el consenso durante la transición. La españa fratricida, sigue...
La Piedad
El Águila de San Juan
El Toro de San Lucas
El León de San Marcos
El Ángel de San Mateo
Grupo escultórico: Juan de Ávalos
Fotos: Pedro Taracena Gil
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